Además de apoyar la salud ósea, la vitamina D juega un papel importante en el mantenimiento de la salud cardiovascular y la función inmunitaria, y en la promoción de una sensación general de bienestar.
La vitamina D es una vitamina esteroide, un grupo de prohormonas solubles en grasa que son más conocidas por el papel que desempeñan en el apoyo a la salud ósea y en la ayuda a la absorción de calcio y fosfato del tracto gastrointestinal. Sin embargo, un creciente cuerpo de investigación destaca su importante papel en el apoyo a otros sistemas del cuerpo, incluido el equilibrio cardiovascular y de azúcar en la sangre, así como el aumento de la fuerza musculoesquelética, la función neurológica e inmune, lo que permite su capacidad para dirigirse a más de 200 genes diferentes en todo el cuerpo.
La fórmula de vitamina D se administra como D3 (colecalciferol) para un uso óptimo por parte del cuerpo, y está disponible en cápsulas de 1.000 y 5.000 UI para satisfacer una variedad de necesidades individuales.